No te hago esperar ni que tengas que leerte todo el post: para persuadir tienes que resultar familiar, lo que digas tiene que sonarle previamente al destinatario.
Solo los muy jóvenes prefieren lo completamente nuevo a lo que ya les suena. La familiaridad de la que hablamos no supone que comuniques algo caduco y poco actual, no, de lo que se trata es de que tu mensaje tenga referencias nítidas a cuestiones que a tu destinatario le resultan familiares.
Como cuando escuchas una emisora de radio musical: está bien que te pongan canciones nuevas, pero si no te las mezclan con canciones que ya te sepas o que te suenen, acabarás cambiando de dial.
Engancha la atención de tu destinatario con alguna mención a algo que le resulte familiar, abre la puerta de sus emociones con esa ganzúa y luego podrás entrar hasta la cocina
Este consejo sirve para los discursos, para los posts en redes, para los videos cortos verticales, sirve para todo y para todos, o saben bien las grandes marcas cuando están permanentemente haciendo referencias a tu nostalgia, a aquello que ya conoces, contando historias del pasado que te suenen, con imágenes del pasado que te hagan bajar las defensas. así consiguen tu atención, y si lo hacen estas marcas, ¿por qué no lo ibas a hacer tu?
Esta idea surge del libro: Creadores de Hits, de Derek Thompson
En definitiva, cuenta lo nuevo como si fuese algo conocido o al menos vincúlalo a algo conocido, así conseguirás que tu mensaje sea persuasivo. Habrá quien te cuente que tu lenguaje corporal es importante para persuadir incluso quien te dé trucos neurolingüisticos para que uses palabras determinadas.
Pero todo eso no importa, y no importa porque lo familiar cuenta con una característica imbatible, lo familiar es verdad, es auténtico, y en un tiempo de bulos y de creaciones contranaturales realizadas por inteligencia artificial, lo familiar, lo que ya nos suena, cuenta con el aval de que no puede ser discutido ni negado. Lo familiar es “verdad” o al menos así lo recordamos.