Hay muchos lugares en los que puede trabajar un consultor político, no solo para los partidos políticos, en España hay muchos otros lugares en los que también existe competencia por el poder: Colegios profesionales, clubes deportivos, Universidades entre otras…
Es verdad que esto no es EEUU donde hay elecciones de bajo nivel para casi todo y en todo momento. Pero tampoco es que un consultor político en España se dedique solo a hacer campañas, su trabajo se hace también muy necesario cuando se trata de diseñar y evaluar un plan de gobierno y todo su proceso comunicativo.
Lo cierto es que hoy cualquiera se considera a sí mismo consultor político basándose solo en su predisposición para aconsejar o por haber estado cerca de procesos electorales o incluso por haber militado en partidos políticos.
Pero si quieres acertar con tu elección debes procurar que aquel o aquella a la que contrates haya hecho ya campañas, o haya asesorado a gobiernos o instituciones, que sepa y haya practicado de análisis de datos, de diseño de mensajes, de imagen, de organización de eventos, de publicidad, de marketing público, de digitalización… no se trata de que sea un experto en todo ello sino que tenga conocimientos de todo ello y conocimientos actualizados.
Si contratas a consultores que han trabajado en campañas nacionales su caché será alto, o al menos debería serlo, si por el contrario estás contratando en niveles territoriales inferiores la clave es fijar un precio mensual para todo el periodo en el que consideres que necesitas su ayuda, un precio que dependerá de mil y una variables: La experiencia del consultor, su cercanía a tus valores y manera de gestionar, el equipo del que dispongas para colaborar con él y es que no es igual un asesor solitario que una agencia de consultoría con todo su equipo.
Lo último que debes hacer es ofrecer una pequeña cuantía y prometer una remuneración para cuando se obtengan resultados electorales, eso es poco menos que depositar toda la campaña en las espaldas del consultor cuando él solo debe acompañarte en un proceso que como candidato o candidata debes liderar tu.
En nuestro país se hace complicada la contratación de estos perfiles fuera de las campañas electorales sobre todo porque la figura del consultor tiene difícil encaje en los gobiernos a la hora de justificar sus remuneraciones, y la oposición hace todo lo posible para boicotear esta contratación sobre todo en las administraciones locales, temerosos de caer en desventaja.
En cuanto al cálculo de la remuneración en realidad es muy sencilla: ¿Cuánto querrías cobrar tu si en lugar de ser el responsable público fueses el consultor? Si respondes a esa pregunta con sinceridad sabrás lo que tienes que pagar.